Tú que me aguantas en mis peores momentos, sin juzgarme.
Tú que me observas sin entender el porqué de mis lágrimas, el porqué de mis enfados.
Tú que me ayudas de la forma que crees que es la mejor.
A ti te digo que no siempre lo haces bien, que no siempre consigues ayudar o que no siempre eres quien necesito.
Aunque pese a eso te digo que eres lo mejor que me puede pasar.
Yo tampoco lo hago siempre bien, yo tampoco me ayudo, más bien muchas veces me daño a mí misma y no me necesito cuando tengo este dolor. Me juzgo a mí misma, me acuso y me critico por cada cosa que hago.
Tú en cambio no haces eso, me intentas ayudar en cada paso, me intentas aconsejar.
Porque eso es lo que veo, que, aunque no lo hagamos bien necesitamos ser comprensivos. Aconsejar, aunque sea erróneamente para cuidarme.
Pero te pido también que no me aconsejes si es para intentar que pruebe cada invento o solución que alguien te ha comentado o que se acompaña de supuesta documentación científica.
Mis tratamientos me los dan los profesionales que me acompañan en mi camino.
Entre pacientes y familia compartimos experiencias miedos y sentimientos. Muchas veces no puedo explicarte mis miedos, no puedo verbalizarlos, no puedo ni pensarlos.
Uno de ellos es que te canses de mí y de mi amiga. Que te canses de fallarte constantemente. Fallaros a todos por caer.
Sé que soy difícil, soy difícil de entender, soy complicada y que donde un día te pido un consejo otro día te lo rechazo y de mala manera. Pero no soy yo, no lo hago con la voluntad de fastidiar…es que ni yo misma me entiendo cuando el dolor me mata.
Unos días tengo fuerza y otros no puedo ni hablar.
Unos días tengo paciencia y otros soy insoportable.
Esta es mi migraña y si yo no la entiendo o no me entiendo a mí, no puedo pedirte que tú lo hagas siempre. Pero sé que lo intentas, sé que entiendes por lo que paso o que como mínimo intentas hacerlo.
Sé que pones todo el empeño y lo haces con el corazón.
Sé que no te cansarás, me lo repites. Sé que no te fallo ni a ti ni a ellos, aunque a veces lo sienta así. He aprendido a entenderlo.
Para ello hemos trabajado mucho, hemos hablado mucho, sobre todo cuando mejor estoy.
Es un trabajo en equipo que conseguimos los dos. Un trabajo en equipo que debemos seguir creando a diario.
Trabajo así contigo, con el resto de la familia y con los amigos. Las cosas no salen bien de un día para otro, las cosas se crean.
Creamos las situaciones para afrontar mis ataques, mi forma de vivir. Creamos equipo para entendernos mejor. Creamos para que la sociedad me entienda mejor. Creamos para que no vean mi discapacidad como un problema, sino como una oportunidad. Creamos para que yo misma vea sin miedo esta discapacidad.
Esta carta es para agradecerte y también para recordar lo que no suele gustarnos.
Esta carta es para que entiendas la importancia de nosotros y la importancia de tu figura.
Esta carta es nuestro trabajo continuo, nuestra forma de decirnos las cosas.
Esta carta es para agradeceros vuestro amor. Algunos me llaman afortunada, pero yo no creo que esto sea cuestión de suerte, es AMOR. Y el amor se construye.
La empatía también.
12 de Septiembre – Dia de Acción contra la Migraña
Patricia
Y tu, ¿qué le dirías a quién te ayuda? Cuéntame.
MamaTieneMigraña